Desde tiempos inmemorables hemos buscado como especie la manera de auto representarnos mediante formas graficas a través de un medio que ha perdurado en el tiempo. Las pinturas rupestres siempre fueron útiles a la hora de representar algún tipo de evento cotidiano como la caza, la pesca, la danza e incluso simplemente dejar una huella impregnando las palmas de las manos sobre la roca como un signo de identidad.
La pintura ha sido un medio que nos ha permitido a través de nuestra historia plasmar como nos vemos y como queremos que otros nos perciban, un ejercicio donde comienza una forma de auto análisis profundo que muestra nuestro lado más luminoso, pero también aquellos sitios donde la luz no parece llegar.
En la época moderna la tecnología se ha convertido en una herramienta importante para el desarrollo de nuevos recursos expresivos donde ha florecido el arte del autorretrato o selfie, como más se le conoce en inglés. La manipulación de la fotografía mediante herramientas de edición digital ha llevado el discurso del artista a otro nivel, a una dimensión paralela donde cualquier semejanza con la realidad se puede tornar en pura coincidencia.
Descubrir e interactuar con la obra del artista visual español Nando Rocher a través de Instagram no fue una casualidad. Artistnator tuvo el placer de conversar con este increíble creador para indagar más sobre su trabajo, sus expectativas como artista y su capacidad de mover emociones a través de su arte.
Punto de partida.
Siempre me he sentido atraído por cualquier manifestación artística, es un campo en el que me gusta canalizar mi creatividad, me atraen las imágenes que uno mismo imagina con tan solo reunir ciertos elementos y fusionarlos creando una historia que puede ser más o menos coherente.
Juego en el espejo.
Escogí retratarme a mí mismo porque me divierte el inventarme y jugar a ser personajes que poco o mucho tienen que ver conmigo. Es algo que siempre ha sido innato en mí, el inventarte ser otros personajes, aunque sea por un momento, te permite imaginar tener otra vida muy distinta. Es divertido ver otras versiones de uno mismo e interpretar otras actitudes. Las fotos no son más que eso, actitudes plasmadas en un segundo que permiten al que las está viendo imaginarse la personalidad del personaje retratado. Es muy interesante interpretar a una persona distinta de lo que realmente es uno mismo, y la fotografía te da los elementos suficientes para poder lograrlo.
Ser peluquero y maquillador me ha ayudado en lo que hago como artista visual, antes de eso me dediqué al mundo de la costura lo que significa que tengo agudizado cierto sentido estético. Supongo que será de formación profesional donde instintivamente trato de dar un sentido estético a todo lo que realizo. Me interesan las imágenes potentes porque me transmiten fuerza y pienso que tan solo estoy experimentando pues no me considero un fotógrafo profesional.
La fotografía para mí es casi terapéutica y me interesan fotógrafos poco convencionales con un punto de surrealismo, imágenes llevadas al extremo, colores apagados y actitudes dramáticas. Instagram es una maravilla donde puedes encontrar fuentes de inspiración fantásticas como Emma Pedemonte, Kelly Robitaile, Mati Gelman, Rebbeca Saray y Alain Perdomo. Me inspiran mucho y realmente adoro esas imágenes.
Mi proceso creativo en ocasiones puede ser la visión de una fotográfica en particular que me haya dado una idea hasta de repente imaginarme algo concreto. Este proceso puede modificarse durante la creación, existen ocasiones en las que puedo tener una idea concreta y a medida en la que estoy retocando la foto me voy imaginando elementos distintos que hacen que dé un giro inesperado al resultado final. Esa es la magia del retoque digital, una sorpresa constante en la que a golpe de tecla cambias todo un mundo que has inventado.
Lo que más me motiva al crear una foto es que me interesa el impacto que pueda causar al contar una historia y lo interesante que se puede tornar todo el proceso de retocarla digitalmente. Ten en cuenta que tan solo soy un aprendiz y me encuentro constantemente intentando mejorar mi técnica pues siento que aún me queda mucho por aprender, pero me apasiona el poder hacerlo poco a poco fijándome en los buenos.
Realmente no me defino como fotógrafo porque no lo soy. Me divierte el mundo de la fotografía y me valgo de él porque me permite expresarme, experimentar, jugar con mis otros alter egos, pero por respeto a los profesionales no puedo definirme como fotógrafo, digamos que soy un intruso jugando a serlo.
POR | BERT
FOTOS | NANDO ROCHER
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