POR: BETSABÉ MARTÍNEZ

Fotos cortesía Fernando G Sandoval

Comencemos hablando de los sueños de la infancia, recordando las horas que pasábamos ideando y “planeando”, a manera de juego, a qué nos dedicaríamos cuando fuésemos mayores. Entonces las tardes se convertían en un desfile de doctores, bomberos, astronautas, maestros y, en algunos casos, de artistas: actores, actrices, cantantes, guitarristas, bateristas.

Creando un imaginario infantil, visualizábamos con detalle creativo cada uno de los lugares en los que nos desenvolveríamos, incluso lográbamos ver rostros que nos acompañarían en esta travesía. Ahora, echando una vista a ese pasado, ¿cuántos de nosotros logramos romper los paradigmas de la vida adulta y fuimos fieles a esos sueños?

Uno de ellos es Fernando G. Sandoval. Residente de la ciudad de Guadalajara, México desde pequeño supo que su vida estaría dedicada al arte.

Músico nato y amante de lo audiovisual al llegar a la mayoría de edad se encontró en la encrucijada de elegir entre dos caminos que lo llevarían por el sendero de su futuro: perseguir su sueño de ser un artista y tener la satisfacción de hacer lo que amaba o dedicarle tiempo a una carrera con más demanda laboral, pero que no sentiría aprecio por lo realizado.

La situación económica, y un poco de presión familiar, lo llevaron a elegir la segunda opción, sin embargo su necesidad de entregarse a las artes no le permitió alejarse mucho tiempo de ellas y se matriculó en la carrera de Gestión Cultural y dando inicio a su dedicación de tiempo completo a las artes.

Fundador de la muestra de cine independiente MIAX, se enfocó a la difusión de películas sin vínculos comerciales. En su primera edición recibió productos audiovisuales de distintas partes del país y poco a poco ha evolucionado hasta convertirse en un festival de cine independiente al que se ha ido sumando más gente. Goza de gran presencia en México y recibe películas de distintas partes del mundo como Togo, Ghana, Alemania, Japón, Corea del Sur, Argelia, teniendo como mayor participación países latinoamericanos y siendo, hasta ahora, Oceanía el único continente en faltar a la lista de países participantes.

Gracias a la persistencia de los colaboradores, MIAX ha llegado más allá de ser una simple muestra de cine a contar ahora con talleres, conferencias, debates, incluso dinámicas de producción audiovisual mismas que llegan a ser mostradas dentro del mismo festival.

Los recursos económicos con los que cuenta el festival desde un inicio han sido del sector privado así como convenios con las sedes en las que se estarán mostrando los audiovisuales.

Hablando de la escena del séptimo arte en México, se vive una desigualdad fuertemente marcada entre el cine que nos llega de Hollywood y el que no se realiza en dicha industria.

Una película de superhéroes puede llegar a ocupar el 90% de las salas de exhibición dejando fuera a producciones nacionales. Por otro lado está el otro tipo de cine mexicano, el que se basa en comedias románticas con actores extraídos de las telenovelas mexicanas excluyendo nuevamente a las producciones independientes. La responsabilidad quizá la comparten los centros de exhibición y el público quienes no les brindan la oportunidad a la escena independiente.

Lo anterior no demerita su talento ni merma sus ganas de seguir desarrollándose en las producciones audiovisuales, Fernando también ha crecido en cuanto a desarrollo personal, ya que no sólo se ha mantenido como director de MIAX sino que ha emprendido una etapa como productor y director de su ópera prima a la que llamó Fantasmas de la Ciudad, un trabajo de inversión personal y con apoyo privado que muestra la otra cara de Guadalajara, esa que se trata de ocultar a toda costa en los diferentes productos promocionales de la ciudad, esas calles en condiciones deplorables que con las construcciones de obra pública parecen zona de guerra, aquellos edificios históricos abandonados que se han convertido en lugar de descanso de personas en condiciones de calle o de adictos refugiándose en una noche lluviosa, prostitutas, indigentes y que, lamentablemente, también forman parte de Guadalajara, tomando el papel de fantasmas de esta ciudad que nos negamos a reconocer.

Para Fernando la industria cinematográfica independiente puede ser una forma de vida y el método al que él se ha acogido es la creación de redes, formando una base de público fiel que consuma las producciones que se realizan, esto no quiere decir que se convertirá en millonario, sin embargo tiene la satisfacción de vivir de lo que ama.

Convencido de que el arte prevalecerá a las adversidades, Fer Sandoval visualiza a MIAX como uno de los festivales de cine independiente más prolíferos de Latinoamérica y a él mismo como un director y productor de esta misma industria.

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