Mujeres del Caribe: un canto que florece en Miami

in THE BACKYARD

Miami tiene un pulso propio, una vibración que no se puede medir con relojes ni mapas. Es el pulso de sus comunidades migrantes, de sus lenguas mezcladas en la calle, de la música que nace en la memoria y se reinventa en el presente. Esa vibración encuentra su punto más alto el próximo 20 de septiembre a las 8PM, cuando el Koubek Center se convierta en un templo de voces, ritmos y memorias compartidas con el concierto “Women of the Caribbean“.

No es un concierto cualquiera. Es un acto de afirmación cultural, un manifiesto sonoro que coloca en el centro la fuerza creativa de las mujeres del Caribe y su diáspora. Y es también una invitación: a sentir, a recordar y a imaginar un futuro en el que la música, lejos de ser entretenimiento, sea raíz, resistencia y celebración.

Yissy García: la batería como brújula.

La dirección musical del espectáculo está en manos de Yissy García, una de las percusionistas más innovadoras de la música latina contemporánea. En sus manos, la batería deja de ser un instrumento de acompañamiento y se convierte en un idioma con el que dialogan el pasado y el porvenir. García ha compartido escenario con figuras como Esperanza Spalding y Concha Buika, y su música ha recorrido espacios emblemáticos como el Lincoln Center, el Kennedy Center y el Tiny Desk de NPR.

YISSY-GARCIA

En Women of the Caribbean, su propuesta se vuelve más íntima y más urgente: fusionar jazz, funk, electrónica, R&B y ritmos afrocubanos en un lenguaje común que hable de lo que une a las islas, más allá de fronteras y pasaportes. Para García, cada golpe en el tambor es un latido colectivo, un recordatorio de que la memoria rítmica del Caribe no pertenece a un solo país, sino a un archipiélago emocional que se extiende desde La Habana hasta San Juan, desde Haití hasta Barranquilla, desde Santo Domingo hasta las playas de Miami.

Voces que tejen memorias.

Junto a García, la noche se llena de voces que son testimonio y celebración. Inez Barlatier, cantante haitiana-estadounidense, lleva consigo canciones que no se cantan solo con la voz, sino con el cuerpo y la memoria. Su música combina canto, danza y narración para traer al presente las tradiciones de Haití, recordándonos que el Caribe también es tambor ceremonial, es resistencia espiritual y es herencia oral transmitida de generación en generación.

INEZ BARLATIER

El dúo OKAN, formado por Elizabeth Rodríguez y Magdelys Savigne, llega con una propuesta que desborda fronteras: raíces cubanas entrelazadas con jazz indie, folk y ritmos globales. Su música, premiada y reconocida internacionalmente, es un viaje multilingüe donde se cruzan temas como la inmigración, la resistencia y la alegría. Escucharlas es entender que la identidad caribeña nunca es estática: se reinventa, se traduce y se celebra en cada acorde.

OKAN

Desde Colombia, Gilma Ospina aporta el pulso de la percusión y el canto. Su trayectoria la ha llevado a colaborar con gigantes como Rubén BladesCamila Cabello y Los Tigres del Norte, pero aquí se presenta con un lenguaje propio, íntimo y poderoso. En cada tambor de Ospina resuena la idea de que la percusión no solo marca el ritmo, sino que también cuenta historias que no caben en palabras.

GILMA OSPINA

La venezolana Martha Paredes suma su exploración personal con la serie #PERseCUSIÓN, donde la percusión se revela como lenguaje universal. Ha trabajado con artistas como Alejandro SanzRawayana y Nacho, y su propuesta fusiona los ritmos afrocaribeños con sonoridades urbanas, demostrando que el tambor puede ser también contemporáneo, digital y urbano sin perder sus raíces ancestrales.

MARTHA PAREDES

Una ciudad que canta en femenino.

La escena se completa con talentos que nacen y crecen en Miami. Victoria Blue, cantante de Pop-Soul latino, refleja la voz de una generación que canta sobre el amor propio, la libertad y la capacidad de soñar. Su próximo EP, “El Arte de Volar”, es justamente eso: un manifiesto de vuelo, de posibilidad y de búsqueda.

VICTORIA BLUE

El micrófono se transforma en espada con Telmary, rapera y artista de la palabra que fusiona hip hop con tradiciones afrocubanas. Con numerosos discos y giras internacionales, Telmary habla de racismo, de la vida en Cuba, de la raíz afrocubana en la música contemporánea. Su presencia en el escenario del Koubek es también un acto político: recordar que la palabra puede ser resistencia, denuncia y celebración al mismo tiempo.

TELMARY

El sostén musical de la velada está en manos de Tailin Marrero, bajista cubana reconocida como una de las más virtuosas de su generación. Ha tocado en escenarios como el Birdland en Nueva York, el Blue Note Tokyo y el Jazz Plaza en La Habana. Hoy, su bajo se convierte en columna vertebral de un espectáculo que vibra con fuerza femenina y caribeña.

TAILIN MARRERO

El Koubek Center: un espacio de resistencia cultural.

Detrás de este evento está la visión de Melissa Messulam, directora del Koubek Center, y de su equipo. Bajo su liderazgo, el Koubek ha dejado de ser solo un espacio cultural para convertirse en un laboratorio de comunidad, un lugar donde se encuentran narrativas diversas, lenguas que dialogan y propuestas artísticas que no siempre tienen espacio en los grandes escenarios.

Women of the Caribbean es ejemplo de esa apuesta: no es un espectáculo importado ni un producto empaquetado para el consumo turístico. Es, en cambio, una plataforma que da centro y visibilidad a artistas que construyen identidad desde lo femenino y lo caribeño. Messulam y su equipo entienden que la cultura no es lujo ni adorno: es raíz, es memoria y es futuro.

En un condado como Miami-Dade, donde conviven decenas de comunidades migrantes, este tipo de propuestas son más que necesarias: son urgentes. Porque permiten que las comunidades se vean a sí mismas reflejadas en el escenario, y que el público local reconozca en la música y en la poesía un espejo múltiple de lo que significa ser caribeño en Miami.

Una noche que trasciende el espectáculo.

El 20 de septiembre a las 8PM, cuando los tambores comiencen a sonar y las voces del Caribe llenen el aire del teatro del Koubek, no será solo un concierto. Será una ceremonia compartida. Una oportunidad para que quienes asistan reconozcan en esos sonidos la vibración de sus propias raíces, y para que quienes no nacieron en el Caribe puedan acercarse a él desde la emoción y la celebración.

Habrá quienes escuchen en la voz de Inez Barlatier los ecos de los cantos de sus abuelas en Haití. Habrá quienes reconozcan en los tambores de Gilma Ospina los ritmos de los carnavales colombianos. Habrá quienes se encuentren con su propia adolescencia en las letras urbanas de Telmary o quienes descubran en la música de OKAN la nostalgia de Cuba convertida en fuerza creativa.

Lo que une a todas estas experiencias es la certeza de que el Caribe no es solo una geografía, sino una manera de habitar el mundo: con ritmo, con memoria y con resistencia.

Más allá de la música: comunidad y pertenencia.

El valor de este concierto no se mide solo en aplausos ni en boletos vendidos. Su verdadero impacto está en el efecto que tiene en la comunidad de Miami-Dade. Porque cuando un escenario se abre para que mujeres caribeñas cuenten sus historias desde la música, lo que se está construyendo es un relato colectivo de pertenencia.

En tiempos en que la cultura a menudo es relegada o vista como algo secundario, Women of the Caribbean recuerda que la música y el arte son esenciales. Son lo que nos conecta con nuestras raíces, lo que nos da herramientas para resistir y lo que nos permite imaginar futuros posibles.

El Koubek Center, bajo la dirección de Melissa Messulam, se convierte entonces en faro cultural: un lugar donde la diversidad no solo se abraza, sino que también se celebra; donde el Caribe no es nostalgia, sino presente vivo; y donde la comunidad encuentra un espacio para reconocerse y reinventarse.

Un ensayo de futuro posible.

En definitiva, lo que ocurre en el Koubek el 20 de septiembre es más que un espectáculo: es un ensayo de futuro. Un futuro donde las voces femeninas del Caribe tienen el lugar que merecen, donde la música se convierte en puente entre comunidades y donde la cultura se reconoce como motor de identidad y transformación.

Esa noche, Miami no solo aplaudirá a Yissy García, Inez Barlatier, OKAN, Gilma Ospina, Martha Paredes, Victoria Blue, Telmary y Tailin Marrero. Esa noche, Miami se mirará en ellas, reconocerá en sus voces la memoria de sus propios orígenes y celebrará, al fin, que el Caribe también late aquí, en cada calle, en cada esquina, en cada corazón que busca pertenecer.

Porque cuando las Mujeres del Caribe suben al escenario, no solo nos regalan música. Nos recuerdan que la vida, como el ritmo, siempre se sostiene en comunidad.

POR | BERT OCHOA

DISEÑO COVER | ARTISTNATOR

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Bert Ochoa’s work in podcasting, filmmaking, and blogging has been pivotal in creating a supportive network for immigrant artists, helping them share their stories and navigate the challenges they encounter. His mission centers on building a community of creative individuals united by their passions. With a background in production, sound recording, screenwriting, and cinematography, Bert is well-equipped to pursue his ambition of becoming a documentary film director. In 2025, he directed his first film project, Two Islands, a documentary that premiered at the Miami Film Festival and marked an important milestone in his filmmaking career. His dedication to storytelling and community engagement drives his work as he seeks to amplify diverse voices and narratives through his artistic lens.