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Un Creativo en Miami | Anthony Pérez

in VIRTUOSO TALKS

Miami se ha transformado en una ciudad donde el buen arte es encontrado siempre por aquel que lo busca. Antes de mirar hacia cualquier lado, hay que primero hacerse la pregunta de qué está pasando en la ciudad en el ámbito de arte y cultura, e indagar donde pudieran estar las mejores propuestas a través de Blogs locales que informan sobre el movimiento artístico y creativo.  La ciudad ofrece mucho más que la imagen que se le ha creado para los turistas a lo largo de los años. No existe nada malo en eso, pero siempre se puede buscar un poco más a fondo para encontrar lo que nos puede sorprender y nutrir espiritual e intelectualmente.

Fue en una de esas búsquedas que conocí el trabajo de Anthony Pérez. La primera vez que lo vi tocar fue con el Miami Brass Quintet, a través de un proyecto llamado “Wake Up Miami”, llevado a cabo por la organización sin fines de lucro Paxy. Nunca pensé que el Goverment Center Metromover Station de la ciudad fuera a ser centro de atención por mostrar increíbles presentaciones culturales ciertos días, mientras los transeúntes se dirigían a sus puestos de trabajo.

Sería un escenario muy común en lugares como las estaciones de metro de Chicago o New York, pero nunca en Miami. Eso sí que se convirtió en una reveladora sorpresa.

Tiempo después de seguir su trayectoria, la que aún persigo con curiosidad y admiración; se dio la oportunidad de concretar esta entrevista para la sección “Virtuoso Talks” que con gusto les traigo a continuación.


¿Qué te motivo a ser músico y como fue esa primera etapa de aprendizaje?

Lo que me motivó a ser músico fue una marching band que estaba justo al lado de mi casa, en un colegio que pertenecía a mi abuelo. Ese colegio fue dejado como herencia a mi familia. Al pasar el tiempo hice bastantes aportes a la escuela, por ser parte de la familia, y en agradecimiento a todo lo que aprendí.

Recuerdo que iba a los ensayos que esta marching band hacía, donde me motivaba mucho la percusión y los instrumentos de viento.  Cuando crecí me incorporé a la banda tocando el snerd, el redoblante, así que poco a poco quería llegar a hacer las melodías; lo que hacen normalmente los trompetistas. Toqué en varias ferias del estado como trompetista, convirtiéndose de esa forma el aprendizaje en ese marching band completamente empírico. Para ese entonces nadie leía música, lo que hacía que tocáramos completamente de oído. Fui el primero que introdujo la lectura musical en la banda del colegio, el cual se llama Colegio Los Andes, que queda en la ciudad Rubio, estado Táchira, Venezuela.

¿Cuál ha sido el mayor reto en tu carrera como inmigrante y como músico acá en USA?

Pienso que el reto más grande que he tenido hasta ahora ha sido el de convertirme en inmigrante y tratar de llevar el mismo ritmo creativo y musical que llevaba en Venezuela. Allí pasaba prácticamente los todos los días de la semana tocando, ya que dirigía un ensamble de metales llamada Titan.  Como trompetista acompañaba artistas como Ronal Borjas, la banda Desorden Público, El Pollo Brito y Aquiles Báez. Estos son artistas muy conocidos en Venezuela, y ya luego con toda la migración que ha habido desde Venezuela hacia otras partes del mundo, pues la música de estos artistas y otros es más conocida en otros países. También tocaba con la orquesta sinfónica Simón Bolívar, con los que hacía conciertos regularmente saliendo de gira alrededor del mundo.

Mantener este ritmo acá en Estados Unidos se ha tornado difícil, ya que uno llega prácticamente de cero, donde nadie te conoce, donde tienes que prácticamente recomenzar tu carrera, que otros artistas sepan de tus habilidades, tu trabajo, y a partir de ahí, pues las puertas se van abriendo. He sido muy afortunado, porque a pesar del poco tiempo que llevo en Miami he logrado cosas que pensé que iban a tomar más tiempo. Ahora que me dedico a editar video y paso más tiempo en casa, tengo más oportunidad de ensayar más con mi instrumento. Antes era muy difícil hacerlo pues trabajaba como chofer en Uber y Lyft, lo que me hacia llegar a casa muy tarde y super cansado.

¿Cómo ves a Miami?

Veo a Miami como una ciudad en potencia, ya que es un lugar que apunta en ascenso culturalmente hablando. Desde que yo llegue hace cinco años; hasta ahora, ha habido un cambio enorme. En la parte artística existe mucha creatividad; hay también muchos músicos que han llegado de diferentes partes de Centroamérica, Suramérica, y otras partes del mundo, cada uno con sus ideas y costumbres. Todo esto hace que el aporte cultural ayude de una manera inminente a la ciudad y tenga un impacto importante en la sociedad. A pesar de la pandemia de Covid-19 se han dado cosas importantes y pienso que esto cuenta.

La reciente migración de creativos de todas partes de Latinoamérica en la última década ha traído una gran transformación en la música latina. ¿Cómo ves este fenómeno y cuál ha sido tu aporte dentro del mismo?

La reciente migración de creativos de todas partes de Latinoamérica en la última década ha traído una gran transformación en la música latina, dado al aporte que han hecho los músicos que han venido a la ciudad desde todas partes del mundo. Ya Miami está considerada como una ciudad multicultural donde se ha visto el crecimiento de las artes y el aporte e impacto se ha visto hasta en los Latin Grammys.

Una de las más grandes experiencias que he tenido ha sido la co-fundación de la Orquesta Bolívar Phil. Fue algo muy conmovedor reunir a tantos colegas conocidos para comenzar a realizar conciertos clásicos en la ciudad de Miami. Recuerdo de haber tenido reuniones super largas a través de la computadora; mientras planificábamos discutiendo ideas, y tratando de darle rumbo a esta impresionante aventura que concluyó en un concierto con más de cien músicos on stage.

Al haber mucho público venezolano; se sintió una energía muy linda de añoranza por la tierra y también un orgullo inmenso al ver lo que estaba aconteciendo. Siento que de alguna manera nos encontrábamos haciendo historia. Ahora nos encontramos trabajando en ofrecer más conciertos; especialmente luego de haber ganado un grant a través de esa maravillosa institución que es el Knight Foundation.

He tenido la bendición también durante mi carrera de trabajar con increíbles músicos y seres humanos como Tony Succar y Pablo Gil. También al participar en proyectos con raíces de Jazz Orchestra por ejemplo; donde se llevaron a cabo ensayos muy fuertes con maravillosos arreglos musicales. Todo esto se fue sumando y se logró la culminación de un disco. Uno de estos temas fue insertado en un disco de Tony donde estuvo featuring con Richard Bona; alcanzando cuatro nominaciones a Latin Grammy, y llevándose Tony el premio como mejor productor del año. Pienso que fue una experiencia gratificante porque se reconoció el talento y el esfuerzo que pusimos todos como equipo.

¿En qué proyectos personales te encuentras trabajando ahora?

En este momento me encuentro más enfocado en trabajar con mi banda. Esto es un proyecto que ya se venía desarrollando desde hace cinco años en Venezuela; donde grabe unos doce temas de un álbum que no publique porque en ese momento me vine a los Estados Unidos. A partir de la invitación que sale para el International Trompet Guild viene este empuje para sacar a la luz este proyecto en el que me presento con siete artistas. Estoy buscando también tener presentaciones con mi banda y hablar con road managers que estén interesados en el proyecto para sacarlo adelante. Por otro lado, formo parte de un grupo de artistas que apoyamos el centro de formación artística del Táchira, Venezuela, donde se van formando nuevos músicos.

¿Qué consejo le darías a artistas inmigrantes recién llegados que quieran seguir viviendo de su profesión?

Mi consejo para los jóvenes músicos que llegan a la ciudad es que no paren de sonar, que no aflojen el ritmo. A pesar de los cambios bruscos que puedan experimentar como inmigrantes; y que puedan sacar un poco de las cosas en las que han estado trabajando en años. Pienso que la cosa va en no dejar de creer en sí mismos; y seguir trabajando en lo que desean, a pesar de estar trabajando en otras cosas que no estén directamente relacionadas con la profesión musical. Al final, si se mantiene la constancia; eso a largo o corto plazo da sus frutos.

POR | BERT OCHOA

FOTO COVER | BERT OCHOA


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