Artistnator acudió a la Ribera de Ajijic en el estado de Jalisco, aproximadamente a una hora y media de distancia a las afueras de la ciudad de Guadalajara. En la entrada del Fraccionamiento La Floresta se encuentra el Auditorio de la Ribera del Lago.
Salir de la rutina siempre es bueno. Aunque a veces suele ser algo complicado debido a los deberes laborales, tener la oportunidad de dedicar por lo menos una tarde de la semana a la recreación personal que nos llena de energía para emprender de nuevo nuestro día a día.
Para las y los que han visitado alguna vez el municipio de Ajijic, o los municipios vecinos como Chapala o Jocotepec, se habrán dado cuenta que la población se conforma por una comunidad de ciudadanos estadounidenses y canadienses bastante nutrida. Dichos migrantes han colaborado de manera importante con el desarrollo de estas ciudades, ya sea fomentando arte o donando materiales y terrenos para la creación de espacios de difusión. Uno de esos espacios es el Auditorio de la Ribera del Lago.
Esta edificación fue construida en terrenos donados por el mismo fraccionamiento al que colinda en el año 1971. El presupuesto fue destinado directamente del gobierno y de la comunidad residente del municipio.
El recinto fue inaugurado en 1977, sin embargo pronto cayó en el abandono. Con el paso del tiempo el lugar comenzó a deteriorase severamente por lo que fue necesario invertir nuevamente, ahora para su remodelación. De nueva cuenta, la comunidad extranjera de Ajijic y alrededores estuvo fuertemente involucrada.
El fin de semana fuimos testigos de un evento familiar, con cede en el Auditorio de la Ribera del Lago, que incluyó un taller de marionetas hechas con material reciclados dedicado a los niños y posteriormente una obra de teatro para toda la familia.
La puesta en escena lleva por nombre “Papá se fue a la Antártida”. La obra retrata parte de la vida de dos hermanos que se enfrentan a una situación difícil, que hemos visto a lo largo de tantos años y que de alguna manera nos hace sentir identificados: la migración.
Los hermanos llegan a vivir con su abuela en donde emprenderán un sinfín de historias que, propias del imaginario infantil, los llevan a tener roces y peleas, sin embargo, jamás se pone a duda el profundo amor que sienten uno por el otro, con mayor razón después de que sólo se tienen a ellos mismos.
La historia nos invita a reflexionar lo frágiles que pueden ser las relaciones familiares posteriores a un evento catastrófico, la magia de la imaginación de los niños que los ayuda a enfrentar el lado negativo de las situaciones y el anhelo que tienen las personas de reunirse con la familia cuando se encuentran lejos.
El grupo teatral encargado de la puesta en escena es Diagonal Teatro y los encargados de llevar el evento al municipio es el grupo Alas y Raíces.
El Auditorio de la Ribera del Lago tiene un aforo de 429 asientos para el disfrute de los eventos que se presentan ahí. Cabe destacar que muchas de las obras son presentadas completamente en inglés, debido a la gran comunidad de extranjeros que ahí residen.
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POR | BETSABE MARTÍNEZ
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